Desde hace ya un tiempo, un fantasma recorre Europa, es el fantasma del déficit, que con su espectral presencia al menos una vez a la semana vuelve a recordarnos que está presente y que piensa mantenerse. Ahora es el turno del FMI, que además de anunciar recesión y desempleo mantiene que el déficit se mantendrá, y que España no logrará llegar a las metas que se había propuesto, al igual que otros países europeos, como Francia o Inglaterra.
Los pronósticos del FMI, en cualquier caso son sólo un indicador que es necesario tener en cuenta; pero en cualquier caso donde tiene menos posibilidades de acertar es justamente en este tipo de pronósticos. Pues hablando con cierta honestidad técnica, no cuenta con toda la información disponible desde los Estados. Sin duda los Estados pueden calcular mejor que el FMI, este pronóstico. En cualquier caso, el problema más importante sigue siendo la recesión mucho más que el déficit.
España debe concentrar sus esfuerzos en la generación de crecimiento, de actividad interna y de empleo. Si la meta de déficit se cumple, muy bien, y si no se cumple, que siga el mercado bursátil con sus malabares. El verdadero desafío económico está en la economía real.