Respecto a las estrategias del nuevo gobierno para paliar el déficit presupuestario, parece que la tarea se está perfilando. Pues la forma más fácil, aunque menos inteligente, hubiera sido el recorte proporcional de presupuestos a todos los organismos públicos. Evidentemente, el recorte se está haciendo según criterios políticos, y por lo tanto enfatizando algunas prioridades, lo que muestra que al menos hay cierta claridad en los énfasis del gobierno. Es una buena noticia; pues los primeros anuncios no mostraban claridad alguna; sino más bien retóricas del secreto.
En cualquier caso, entre estos énfasis, vale la pena recordar la importancia del ministerio de fomento, que es en la actualidad uno de los presupuestos más castigados con los acuerdos del último comité de ministros. Es necesario recordar que este ministerio puede tener una tarea clave en la reactivación, sobretodo del sector de la construcción que genera un porcentaje importante de empleo, y que tiene un panorama especialmente oscuro, pues la recuperación inmobiliaria parece muy lejana.
Por otra parte también es importante mantener siempre a la vista que la reducción del déficit es sólo una de las tareas importantes, y de hecho la más fácil. El verdadero desafío reside en el estímulo al crecimiento; por supuesto no es sólo tarea del gobierno; pero es en este terreno donde se probará la madera del nuevo gabinete. Por el momento, el plan de ajuste, pasa la prueba con algunas discusiones; pero está pendiente el plan de crecimiento.