¡Menuda es doña Angela! Nos lo viene demostrando desde el inicio de esta terrible crisis que, dicen, amenaza con borrar a Europa del mapa; aunque existe otra opinión, bajo mi punto de vista mucho más realista y acertada, que advierten de que el mundo entero se va de varilla, claro que ese descalabro se lo deberíamos a posturas como la de la radical canciller alemana.
Ahora ha puesto firme a sus socios comunitarios y les ha exigido que ‘midan bien’ sus palabras al hablar de la situación de Europa. La noticia no tendría más trascendencia si no resultase del todo absurda, viniendo de alguien cuyas manifestaciones verbales y sus medidas como principal dirigente de la Unión Europea, han contribuido más que cualquier otra cosa a empobrecer a los países periféricos de la U.E. hasta dejarlos en la miseria.
Las palabras de la canciller llegan después de que Antonis Samaras, primer ministro griego, haya suplicado a los alemanes que moderen sus palabras sobre Grecia, para que el país pueda recuperar la confianza de los inversores. Claro que eso a la Merkel…
La líder de Alemania no ha dudado en dejar de nuevo muy claritas sus intenciones, sus posturas y su pensamiento neoliberal sobre el futuro de Europa, al hacer piña y cerrar filas en torno a las palabras del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, quien ha vuelto a advertir al BCE para que no compre deuda soberana, ante el peligro de que la medida se convierta en una ‘adicción’.
Lo cierto es que adicción es lo que demuestran ellos hacia la acumulación de riqueza y poder. Ambición, también.
Imagen: Elplural.com