Miedo, eso es lo que sienten millones de habitantes de España cada vez que su presidente de Gobierno niega algo que, al final y en cuestión de días, a veces incluso horas, se materializa como si se positivara el negativo de una fotografía. Mariano Rajoy ha dicho que el rescate no es inmintente y, cuando Rajoy niega… el río suena y agua lleva.
Si existe alguien que crea que el presidente del Gobierno del PP está esperando alguna estadística, algún indicio, un dato que haga presagiar que sus aberrantes medidas económicas están sirviendo para algo bueno… que deje de soñar despierto, esto no es Alicia en el País de las Maravillas y si en los tiempos que corren un conejo sale por un agujero… va a la cazuela, que hay españoles que pasan hambre y rebuscan en la basura.
Más bien, las divagaciones del primer representante de España -las otras las hace un cazador de elefantes– deban más a la reunión con el ministro alemán de Economía, de visita en Madrid, con quienes almorzarán buena parte de los ministros y de cuyas disquisiciones ya han avisado que no piensan informar a los españoles. La verdad es que ya que Cifuentes quiere ‘regular’ el derecho de reunión (no tiene por qué quebrarse, con que se acoja a la legislación franquista… ahorrará tiempo y el efecto será prácticamente el mismo), podía aplicar sus principios a la comida hispano-germana y por lo menos disolverla, porque creo que aplicar la Ley de vagos y maleantes… igual le da un poco de repelús, que al fin y al cabo son amigotes.
Los rumores no cesan sobre la posibilidad de que nuestro país solicite formalmente el rescate, nuevo capítulo de nuestra Crónica de una Muerte Anunciada particular, este mismo fin de semana. Sin embargo, don Mariano (no sé si con puro, como en sus ‘cumbres’ neoyorkinas, aunque ya le queda menos para Eurovegas y allí podrá fumarse hasta el New York Times), de nuevo niega la mayor.
Muchos se preguntarán por qué y la respuesta es la misma de siempre: Doña Angela -Merkel, of course; de la Cruz hace años que no opina sin que medie un cirio- no da su venia, porque a ver cómo convence al parlamento alemán para que suelten la guita. Mientras… ¡a disimular!, Mariano, dixit.
Imagen: eljueves
María González says
Desde luego, capacidad de sorpresa y susto no se le puede negar al Sr Mariano. Aunque bien podía compensarlo siendo un poco fiel a su palabra, no caerá esa breva creo yo…
Un saludo,
María González
Prima de riesgo