Un día ha pasado tras la Huelga General y ya nos hemos desayunado vergonzosas portadas de periódicos en las que se ocultan verdades como puños, se manipulan las cifras de manifestantes y se ignoran miles de fotografías, compartidas a través de las redes sociales, convertidas en pruebas testimoniales de una realidad voceada a través de los medios de comunicación extranjeros.
El Gobierno basa en el consumo eléctrico las cifras con las que respalda su visión de un rotundo fracaso de la Huelga General. Se basan en que el consumo eléctrico sólo cayó un 15%, mientras que en Portugal, que también tuvo su ración huelguista, la caída fue de un 30%. Lo que se callan, claro está, es que muchos municipios del PP tuvieron el alumbrado eléctrico encendido de día para mantener activo dicho consumo, por ejemplo.
Pero más allá de bailes ridículos de cifras, que intentan desviar la atención de una inmensa marea de españoles cabreados con el Gobierno, lo que ha quedado claro, como el agua, quiera o no el Ejecutivo, es que:
1. La industria se ha paralizado, dejando a las grandes ciudades sin producción alguna.
2. El transporte mantuvo los servicios mínimos del 30%, lo que indica que el 70% restante siguió la huelga. Ni que decir tiene el gran impacto que esto ha tenido, sobre todo en los aeropuertos, estaciones de trenes y metro.
3. Los “Mercas” dieron cerrojazo absoluto. No hubo abastecimiento de alimentos perecederos ni a minoristas ni a supermercados.
4. Correos y los servicios de limpieza municipales participaron activamente en la huelga. Si Correos tuvo un seguimiento del 90%, en el caso de los servicios de recogida de basuras y limpieza éste ha sido prácticamente total.
5. Por primera vez en nuestro país, el colectivo de abogados se sumó de forma relevante a la Huelga General. Todo sea debido a que las administraciones no pagan a los abogados de oficio y las movilizaciones contra el decreto de Gallardón que acaba con la justicia universal y gratuita. Claro, como consecuencia a este parón, se suspendieron dos juicios bastante importantes: el del Prestige y el juicio contra Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, por acusar al PSOE de espionaje.
Pero, qué más da, si tal como hace las cuentas la Delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, la mayoría invisible debe ser gigantesca en comparación con los cuatro gatos, nunca mejor dicho, que ayer deambulaban de Colón a Atocha.
Imagen: elpais