Portugal está en la fase final del programa de asistencia financiera firmado hace dos años con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, y ahora quiere apostar por un “nuevo ciclo” para relanzar su economía y crear empleo. Las miras están puestas en España.
Miguel Macedo, ministro luso del Interior, confía en que la economía española siga avanzando y ha subrayado la importancia que tiene el comercio y las inversiones para este fin. Así lo ha dicho durante acto en la Cámara Luso-Española de Comercio e Industria en Lisboa: “Confiamos en la evolución positiva de la economía española, compuesta por un fuerte y poderoso tejido empresarial“.
El lazo entre ambos es evidente, ya que el mercado español es el primer destino de las exportaciones lusas, se complementan en las estructuras productivas y hay un grado de “integración ibérica” en numerosas cadenas de distribución y servicios” muy importante. Si hablamos de cifras, durante el año pasado, España fue proveedor y cliente de Portugal con un 22,5% de las exportaciones lusas y el 31,8% de las importaciones.
“El mercado español sigue siendo determinante para Portugal“, dijo Macedo, ya que el interés por estar presente en los sectores de crecimiento de las comunidades autónomas es muy alto. Las relaciones bilaterales, además, son “una realidad comprobada en los actos y visible en los resultados”.
En lo referente a su ministerio, Macedo recordó que “Portugal y España tienen, como es sabido, amenazas comunes a su seguridad interna”, por lo que los acuerdos deben ser provechosos, como es el caso de las cumbres ibéricas, los acuerdos bilaterales, la colaboración policial, la lucha contra el terrorismo o la inmigración ilegal. Para él, la seguridad en ambos países es un tema crucial porque es algo que fomenta la confianza de los inversores, necesarios para atraer capitales.