Carlos Cruzado, presidente del sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), ha manifestado hoy que se equivoca quien piense que el fraude fiscal se centra en las pequeñas y medianas empresas, así como en los profesionales autónomos, dado que el 71% del mismo se localiza en las corporaciones de gran tamaño y en las mayores fortunas de nuestro país.
La picaresca varia, en función de quien se trate: el autónomo cobrará algunos trabajos en B, las pymes computan gastos de carácter personal como gastos de empresa y las grandes empresas crean verdaderas redes societarias para defraudar a Hacienda.
Cruzado ha reconocido también que no es realista pensar que se puede erradicar la economía sumergida y el fraude fiscal al 100%, por lo que hay que trabajar para reducirlo al nivel de países de nuestro entorno.
Nuestro país es uno de los más importantes, a nivel europeo, si hablamos de fraude fiscal y trabajo irregular, perdiéndose al año unos 90.000 millones de euros de ingresos para las arcas públicas. A este respecto, Cruzado ha comentado que “el nivel de fraude económico y economía sumergida se sitúa en España entre el 20 y el 25 % del Producto Interior Bruto, sólo por detrás de Grecia, y de aquellos países de más reciente incorporación a la Unión Europea“.
Y es que los españoles no tenemos lo que Cruzado denomina “conciencia fiscal“, un concepto que si disponen los ciudadanos estadounidenses, y que se evidencia en la opacidad tradicional del uso del dinero y el desinterés sobre en que se gasta el Estado el dinero que recauda con los impuestos.
La crisis ha hecho aumentar esa “conciencia fiscal” pero, en cualquier caso, y en palabras de Cruzado “los datos demuestran que ha aumentado ese fraude y esa economía sumergida, merced a que las empresas antes de dejar a pagar a sus proveedores o a sus trabajadores, dejan de pagar sus impuestos a Hacienda“.