La crisis económica que atravesamos nos ha hecho replantearnos al máximo nuestros gastos mensuales, se tiende a hacer un uso más racional del dinero –comprando lo imprescindible- porque es algo que escasea al no dar créditos los bancos o al no crear empleo neto.
En base a la Encuesta de Presupuestos Familiares publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), podemos decir que el gasto de los hogares españoles es cada vez menor; este año ha descendido a los 28.152 euros por familia.
La partida mayor, de esos 28.000 euros, se ha dedicado a los gastos propios de una casa, esos a los que no podemos renunciar si no queremos perder el hogar familiar – hipoteca, agua, electricidad y combustibles-. Aun siendo la más cuantiosa, se gasta 64 euros menos en ella que el año anterior.
En realidad, todos los gastos imaginables han descendido, los ajustes económicos a pequeña escala se hacen imprescindibles si se quiere salir adelante, ya que son muchos los hogares que tienen a más de un miembro en situación de desempleo. Las únicas partidas que no han perdido ni un euro, sino que lo han aumentado son la educación y la sanidad.
En cuanto a la alimentación, se destina anualmente 4.141 euros, 8 menos que el año anterior. Las marcas blancas le ganan terreno a las marcas reconocidas y con eso, se logra atender a otras necesidades de las que no se puede prescindir.
El ocio es el más afectado en esta remodelación del gasto, ya que los españoles han dejado de planear vacaciones o tomar algo con los amigos. El sector del calzado y el vestido también se ha visto afectado, con un 10 por ciento menos, pues se intenta arreglar la ropa o heredar de hermanos mayores a los pequeños para no tener que gastar.
Por supuesto, gastos más grandes como la adquisición de un vehículo, se han visto mermados y solo se hacen si es de extrema necesidad.