Mario Draghi, presidente del BCE, ha afirmado esta mañana que los tipos de interés de la zona euro, actualmente situados en el 0,5%, quedarán estabilizados durante mucho tiempo para estimular el crecimiento y la vuelta del crédito bancario.
Draghi ha justificado esta idea por la necesidad de recuperar el grifo del crédito y apuntalar la aún débil economía europea, por lo que el Banco Central Europeo debe poner de su parte para conseguir la recuperación de la eurozona.
El BCE prevé que la inflación permanecerá en niveles bajos, precisamente por la debilidad económica, y ha comentado que “las expectativas de inflación para la zona del euro están firmemente ancladas en línea con nuestro objetivo de mantener las tasas de inflación por debajo pero cerca del 2 % a medio plazo“.
La tendencia del BCE de mantener los tipos de interés en el 0,5% coincide con la reciente decisión del Banco de Inglaterra, institución que además ha comprado deuda pública inglesa por valor de 375.000 millones de libras, y con la Reserva Federal estadounidense, quien compró deuda norteamericana por un montante de 85.000 millones de dólares al mes y no modificó los tipos de interés, dejándolos en un rango que va del 0% al 0,25%.
Draghi se ha referido al análisis que está realizando el BCE sobre su política de comunicación hacia los ciudadanos y no ha aclarado si la institución publicará las actas de las discusiones que se mantienen en sus órganos internos, algo que vienen haciendo la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra, y únicamente ha comentado que el comité ejecutivo elaborará una propuesta que se debatida en el consejo de gobierno del BCE.
A este respecto, Jens Weidmann, presidente del Bundesbank alemán, manifestó hace unos días que “celebraría si publicáramos las actas poco después de las reuniones de política monetaria del consejo de gobierno de las que se desprendan los argumentos fundamentales de nuestra discusión y los motivos de nuestras decisiones”.