Durante el año pasado, el número de parados aumentó, a nivel mundial, en cinco millones de parados. Y en caso de seguir con las políticas de austeridad impuestas por Alemania, el informe revela que en 2018 habrá 13 millones más de personas sin empleo. En la actualidad, hay 202 millones de personas buscando trabajo para poder vivir y no lo logran, lo que constituye una tasa del 6% a nivel mundial.
El informe de la OIT destaca el hecho de que la economía mundial empieza a recuperarse, pero lo hace de forma demasiado lenta y no genera oportunidades de empleo. A escala mundial el desempleo de larga duración aumenta, lo mismo ocurre con el empleo precario o el denominado vulnerable o por cuenta propia. Además, el número de trabajadores pobres se dispara (llegando al 26,7%): hay 839 millones de trabajadores que deben subsistir con menos de dos dólares al día (menos de euros y medio).
Por su parte, el empleo sumergido sigue en tasas elevadísimas a nivel global, tanto en los países en desarrollo como en los avanzados, donde la economía sumergida tiene una tasa superior al 20%.
Ante tremenda situación, la OIT denuncia la poca inversión en políticas de empleo y aboga por cambios en las políticas macroeconómicas que favorezcan la creación de empleo. Y reclama destinar más recursos a las políticas sociales y al mercado de trabajo.
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