Esta conclusión publicada en el boletín del BCE es fruto del análisis de varios meses sobre los llamados “multiplicadores fiscales”. “Cuando todos los países consolidan simultáneamente sus cuentas, el lastre para el crecimiento doméstico es mayor que si lo hace un país solo“, concluye el BCE. Según el análisis del banco central, “el tamaño de ese lastre adicional sobre el PIB derivado de la ‘consolidación simultánea’ es bastante similar en Italia, España, Holanda y los países más pequeños (rondando el 0,14%)”, afirma el BCE.
Un recorte del 1% de la inversión pública alemana genera una caída de nuestra economía del 0,01%. De la misma manera, un recorte similar del gasto público francés nos reporta una caída de nuestra economía del 0,02%. Como se puede apreciar en la tabla (imagen superior), si se produjese un vacío, España, a consecuencia de los recortes, hubiera frenado su economía en un 0,54%. Pero, la caída real del PIB es del 0,68% pues los recortes se ven amplificados por los ajustes realizados en otros países.
El resultado del conjunto de medidas tomadas por el resto de países ha conseguido que la economía española experimente un retroceso del 1%, lo que equivale a unos 1.400 millones de euros de retroceso adicional para el país. Además, según reconoce también el BCE, España es el país en el que el error de cálculo ha sido mayor entre todas las naciones analizadas.
Desde el comienzo de la crisis, la caída del PIB española es de casi el 6,6%. Si los cálculos hubieran estado bien hechos, la caída de nuestra economía hubiera sido más cercana al 6,4%, lo que supone una diferencia de entre 1.400 y 2.000 millones de euros. Curiosamente, estas cifras se asemejan bastante a los recortes ejercidos durante los últimos dos años en las ayudas a la dependencia; la aparición del repago farmacéutico, que ha supuesto una derrama para los residentes en España de 1.589 millones de euros hasta 2013; e incluso se podría haber duplicado el presupuesto del Ministerio de Educación (1.944 millones de euros el año pasado).