A pesar de estar presente en España desde hace 40 años en las áreas de banca minorista, Barclays anuncia que está estudiando la venta de su negocio para dejar España en 2016. Según su portavoz, Will Owen, esto no significa que se vaya a producir una pérdida inmediata de puestos de trabajo. Bowen asegura que el grupo estudiará a conciencia la mejor manera para llevar a cabo sus planes “con el mínimo impacto en los trabajadores y en los clientes”.
El portavoz aclara que esta división de Barclays en el sector de la banca minorista española “es un buen negocio y apreciado”, pero “no encaja en el nuevo plan estratégico” del banco, pues está buscando reducir su tamaño para concentrarse en su negocio minorista del Reino Unido.
Según Bowen, Barclays esperará a encontrar “un buen comprador” para sus activos en España, donde tiene 271 oficinas y emplea a 2.800 personas, 2.200 de ellas en banca minorista.
Entre todas las opciones posibles, las más probables son vender el negocio completo a otro grupo o divididirlo y vender las partes, aunque Bowen incide en que aún no hay nada concreto. No cabe duda que la crisis crediticia e inmobiliaria así como la exposición a la deuda soberana a la que se ha visto sometida Barclays no la ha dejado indiferente.
Dentro del plan estratégico de Barclays, la entidad ha anunciado este jueves 14.000 despidos en 2014 y la creación de un “banco malo” donde quedarán depositados los activos “no prioritarios”, que incluye la banca minorista de la Europa continental, con activos de unos 19.500 millones de euros en España, Portugal, Italia y Francia.
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