El anuncio de la eléctrica Endesa del pasado lunes, en el que afirmaba que solicitaría al Gobierno la reapertura de la central nuclear de Garoña, de la que es propietaria en un 50%, está produciendo una cascada de reacciones variopintas en los agentes políticos y sociales de las zonas afectadas con la decisión.
Garoña ya ha aportado al sistema eléctrico español todo lo que debida y que debe continuar cerrada por su antigüedad y por seguridad.
Nuclenor, dueña del otro 50% de Garoña, se ha señalado que si se reabre la central nuclear esta podría seguir funcionando hasta 2024 con total normalidad. La empresa tiene hasta comienzos de julio para presentar la petición formal de reapertura, una decisión que pasaría por la adecuación de las instalaciones a la normativa comunitaria y que conllevaría unas reformas con un coste superior a los 130 millones de euros.
Garoña, una opinión que comparten todos los partidos políticos de la oposición en la Diputación alavesa.
Endesa en relación a Garoña y ha mostrado públicamente su agradecimiento a la empresa eléctrica.
Consejo de Seguridad Nuclear tome postura sobre la presumible solicitud que realizará Nuclenor en las próximas semanas, y justifique su apoyo u oposición a la reapertura de Garoña en base criterios técnicos que tengan en cuenta la antigüedad de las instalaciones y la falta de seguridad de las mismas.
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