El Bundestag o parlamento alemán ha aprobado hoy la creación de un salario mínimo de 8,5 euros por hora, una cuantía muy superior a los 3,91 euros por hora del salario mínimo español.
La introducción de esta medida obedece a las exigencias de la socialdemocracia germana, que condicionaba su participación en la “Gran coalición” que dirige Alemania a la creación de un salario mínimo para los trabajadores del país centroeuropeo.
La ministra alemana de Trabajo, Andrea Nahles, ha afirmado antes de la aprobación de la ley por 535 votos a favor de los 601 parlamentarios presentes en la sesión, que “trabajo duro, barato y sin protección. Esta ha sido la realidad para millones de trabajadores en Alemania. Esto se ha terminado”.
A partir de ahora el proyecto de ley de salario mínimo debe seguir su periplo parlamentario por la Cámara Alta, el Bundesrat, y tras su aprobación allí las empresas tendrán dos años de cadencia para implantarla y que los actuales convenios colectivos se ajusten a la norma aprobada hoy.
En cualquier caso, el salario mínimo alemán no se aplicará a los trabajadores menores de 18 años, a aquellos que realicen prácticas laborales en las empresas ni tampoco a los desempleados de larga duración durante el primer semestre del nuevo contrato que firmen.
El Ejecutivo alemán defiende la creación del salario mínimo como una medida que permitirá a los trabajadores de algunas actividades muy básicas cobrar retribuciones superiores a las que venían cobrando, al no existir convenios colectivos en esos sectores productivos, cifrándose en casi cuatro millones de trabajadores los que se beneficiarán de la medida aprobada hoy.
Hasta el momento, las condiciones laborales y retributivas de los trabajadores en Alemania eran fijadas, de forma bilateral, entre patronal y sindicatos, gozando de plena autonomía para ello.
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