Vladimir Putin ha anunciado hoy que si Ucrania desvía una parte del gas que pasa por su territorio hacia Europa, para consumo propio, Rusia reducirá el volumen del suministro dirigido al resto del continente europeo.
Putin, que ha realizado estas declaraciones en Belgrado, ha declarado textualmente que “si vemos que nuestros socios ucranianos desvían gas de terceros de la red de gasoductos de exportación, nosotros reduciremos el suministro en la cantidad sustraída”.
En cualquier caso, el líder ruso se ha mostrado confiado en que los dirigentes ucranianos no realicen este tipo de prácticas y las partes negociadoras consigan pronto una solución al problema del gas destinado a Ucrania.
Hay que recordar que Gazprom, compañía rusa que es propiedad del Estado, no envía gas a territorio ucraniano desde el mes de junio, debido a los impagos sufridos desde comienzos de 2014.
La Unión Europea intervino el mes pasado para que ambos países negociaran un acuerdo que no diera paso a una “guerra del gas”. En este acuerdo, Ucrania pagaba a Rusia 1.562 millones de euros antes de finales de este mes, y 859 millones más antes de terminar 2014, en concepto de facturas de gas sin pagar y contando con el aval de Bruselas.
Al mismo tiempo, Gazprom enviaría al menos 5.000 millones de metros cúbicos a Ucrania, para que la población pudiera pasar el invierno, un volumen de gas que podría ampliarse si hubiera necesidad.
La discordia viene por la cláusula del acuerdo que obliga al gobierno de Kiev a pagar por adelantado el gas que use este invierno, a un precio de 300 euros por cada 1.000 metros cúbicos de gas, un precio que las autoridades ucranianas consideran desorbitado y no están dispuestos a aceptar.
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