Xavier Bettel, primer ministro de Luxemburgo, ha afirmado hoy que la fiscalidad de su país se ajusta al derecho internacional, tras el escándalo originado ayer por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que aseguró disponer de información sensible sobre los acuerdos secretos del pequeño país europeo y más de 300 multinacionales.
La Unión Europea, lleva desde el verano analizando la fiscalidad luxemburguesa por presuntas ayudas ilegales a Amazon y Fiat, consistentes en la creación de filiales en este país por las que pagan un canon que no tributa o la obtención de préstamos por estas filiales, desde su matriz, con intereses tan altos que dejan sin beneficios a las filiales de otros países, siempre con tributaciones inferiores al 1% o inexistentes.
El actual presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, fue primer ministro de Luxemburgo entre 1995 y 2013 y siempre ha señalado que su país no es ningún paraíso fiscal, pero se da la paradoja de que sería el responsable político de estos acuerdos.
Desde la Unión Europea y la OCDE siempre se han quejado de la opacidad del sistema fiscal luxemburgués, y el propio Joaquín Almunia, anterior comisario europeo de la competencia, afirmó hace poco que el Gobierno de Luxemburgo no aportaba toda la información que se le requería desde Bruselas, dejando caer que algunos países podrían estar ayudando ilegalmente a empresas, mientras los ciudadanos sufren los estragos de la crisis económica.
Las autoridades fiscales comunitarias conocían la existencia de estas prácticas desveladas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, pero en un sentido abstracto, pero con la documentación que ahora se hará pública, podrán identificar claramente todas y cada una de las operaciones realizadas entre Luxemburgo y las grandes empresas internacionales.
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