Los empresarios de nuestro país, a través de las patronales CEOE y CEPYME, han exigido que se reduzcan las cotizaciones que pagan a la Seguridad Social utilizando una parte del dinero que obtendrán las mutuas por las prestaciones que gestionan.
Durante su participación en la comisión del Pacto de Toledo de la Cámara Baja, los representantes empresariales propusieron que la mitad de los excedentes por contingencias profesionales se utilicen para reducir las cotizaciones de las empresas.
Las patronales han solicitado también que siga existiendo el Fondo de Prevención y Rehabilitación de las mutuas, permitiendo así que las cotizaciones por accidentes de trabajo también se reduzcan, de tal manera que el dinero sobrante de las cotizaciones de los empresarios se reinvierta en los propios seguros sociales y las mutuas reciban donaciones del patrimonio histórico.
Tanto CEOE como la CEPYME han pedido al Gobierno español que las mutuas tengan plena autonomía sobre sus actividades, ya sea en labores de gobierno y de gestión como en materia presupuestaria, señalando que “la Administración debe controlarlas, debe tutelarlas, pero dirigirlas las ha de dirigir la Junta General”.
En relación con el protagonismo que van a adquirir las mutuas en las incapacidades temporales, los representantes empresariales tienen dudas respecto a la eficiencia del nuevo modelo y rechazan de plano que las mutuas acepten incapacidades temporales de trabajadores cuando se trate de enfermedades del cónyuge o hijos de los trabajadores, algo que ahora es socialmente aceptado.
A este respecto, las patronales españolas afirman que “no decimos que no se atiendan, sino sencillamente que queremos dedicar las cuestiones contributivas de la Seguridad Social para una determinada cuestión, porque si no el sistema no se sostiene. Esas realidades no deberían ser solventadas con la prestación pública contributiva de incapacidad temporal de la Seguridad Social, para eso deberían buscarse otros mecanismos”.
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