Hoy es el Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza. Esta efemérides tan… inquietante no ha surgido como un champiñón en este 2012. En realidad, la fecha fue institucionalizada en 1993 por la Asamblea de Naciones Unidas, ese organismo que sirve para… bueno, para lo que sirve. La finalidad era poner el dedo sobre la llaga de la pobreza extrema que azota a tantos millones de niños, adultos, ancianos… en un mundo cada vez más salvaje e injusto, pero tan políticamente correcto a la hora de expresar una fingida solidaridad.
Desde luego no creo que muchos españoles supieran antes de hoy que el 17 de octubre, desde hace casi 20 años, se commemora el Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza y que muchísimos jefes de estado se comprometieron, en la Cumbre del Milenio, a reducir a la mitad -antes de 2015- la bolsa de pobres que viven con menos de 1,25$ al día.
Este año el día pasa menos desapercibido para España, como en otros países de la Premio Nobel de la Paz Unión Europea. Las circunstancias de la zona, en los últimos años ha desmejorado lo suficiente como para despertar una solidaridad más auténtica, sobre todo entre los que se han visto abofeteados por la crisis hasta el punto de pasar a formar parte de esos 13 millones de personas que, solo en España, ya son pobres.
Desde el comienzo de la crisis, 1 millón de españoles al año son expulsados del Estado del Bienestar, condenados al ostracismo del hambre y la miseria. Este año los españoles y los griegos y los portugueses y los… comenzamos a entender lo que sentían y sienten esos inmigrantes (ilegales o no) que se juegan la vida y soportan el desprecio de tantos compatrionas nuestros, que los consideran invasores, escoria, usurpadores… Este año los comprendemos porque esos mismos compatriotas de España y de Europa, incluidos en ese Premio Nobel de la Paz, sienten lo mismo por los españoles que han pasado a formar parte de la bolsa de pobres.
Tal vez esto sirva a los ciudadanos de a pie para que cuando regresen la vacas gordas, los que no hayamos sucumbido por el camino, no volvamos jamás al limbo de los que miran para otro lado en un mundo con 870 millones de personas que pasan hambre, según las cuentas de la FAO.
Imagen: Murciaeconomia.com