Dicho y hecho, hoy viernes 28 de junio, se aprueba la subida de los impuestos especiales como el alcohol y el tabaco y se eliminarán las deducciones del impuesto de sociedades que, según Montoro, minoran la base imponible de las grandes empresas.
Menos mal que los hidrocarburos se quedan igual de altos que hasta el momento, ya que según el ministro una subida de los mismos podría ser perjudicial para la hostelería y “especialmente” para el consumo en general.
Esta nueva subida de impuestos especiales no tendrá efecto inmediato, como ocurre con los impuestos que afectan directamente a los de a pie, sino que se aplicarán a través de decreto-ley y entrarán en vigor una vez se hayan publicado en el BOE.
En relación a la eliminación de las deducciones en el impuesto de sociedades, sólo afectará a aquellas grandes empresas “con una facturación superior a los 20 millones de euros”; así, según Montoro, España se acercará más a la doctrina europea.
Para los afectados por esta nueva subida, insisto en que no será algo inmediato, ya que Cristóbal Montoro lo dejó muy clarito ayer al indicar que su ejecución será más delante de forma que se vayan “homologando los impuestos que paguen los grandes contribuyentes, las empresas de mayor tamaño, con lo que están tributando en nuestro entorno”. Vamos, que es una especie de avance de la reforma tributaria que nos depara marzo del año que viene.
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