La crítica situación de la economía griega y los intensos rumores sobre su posible salida de la zona euro han terminado por forzar una reunión de urgencia de los ministros de las mayores economías del eurogrupo.
En este sentido, el jefe del grupo de ministros de Finanzas de la zona euro, Jean-Claude Juncker, ha desmentido que la reunión de Luxemburgo fuese convocada de urgencia y que no obedecía a ninguna circunstacia extraordinaria o de emergencia. Para Juncker, la reunión fue informal y distendida.
El político luxemburgués también ha desmentido la noticia del Spiegel Online, con la que la revista alemana sentenciaba que la reunión de los ministros de España, Alemania, Francia e Italia se debía a la posibilidad de que Atenas planteara su retirada del euro y su deseo de renegociar las condiciones de su deuda soberana.
Juncker ha reconocido, en cambio, que Grecia deberá aplicar mayores medidas de austeridad, ante una deuda que alcanza ya el 143% de su PIB, unos 327.000 millones de euros.
La noticia del medio de comunicación alemán precipitó la inquietud de los mercados, sobre todo ante la posibilidad que la situación económica griega acabe perjudicando a sus socios comunitarios.
Lo que sí parece ser cierto es que Atenas ha solicitado a sus socios europeos mayor plazo de tiempo para sanear su duro endeudamiento y no se descarta incluso que el gobierno heleno acabe solicitando una ampliación de los créditos para poder refinanciarse con mayores aportaciones de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional.