El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se entrevistará con la canciller de Alemania, Angela Merkel, tres días antes de la celebración de la cumbre europea y con ese motivo, el líder de los populares viajará a Berlín para estrechar lazos con una Merkel que, incluso, ha modificado su agenda para poder entrevistarse con el presidente español.
Lo cierto es que no parece descabellada la actuación de la gobernanta de Alemania, dada la urgencia que Mariano Rajoy parece tener por ponerse a los pies de los designios de una Merkel que también necesita aliados con urgencia por si, como se anticipa en el país vecino, Nicolas Sarkozy es desbancado de la presidencia de Francia en las próximas elecciones.
Eso ha hecho fardar a la propia Moncloa, expresando que la comunicación con los dos mayores aliados de Europa (Francia y Alemania) se produce a diario. Todo es posible, aunque cuesta creer que los Merkezy rompan su idílica pareja por Rajoy, teniendo la ocasión de formar un trío más glamuroso con la Italia de Monti, que no es lo mismo Mario que Mariano…
Claro que el nuevo presidente de España está haciendo todo tipo de méritos que le sirvan para alardear de fidelidad ante su idolatrada cancillera. Tijeretazos, recortes, subida de impuestos, congelaciones salariales y todo tipo de aberración social que pueda granjearle la simpatía de la teutona.
El caso es que… ¿qué pasará si Francia gira a la izquierda y Merkel sucumbe ante el repunte de los socialdemócratas? Pues que le veríamos aún más el ridículo plumero a nuestro flamante dirigente. Eso sí, hasta ese momento aún pueden jorobarnos mucho más.
Imagen: La Voz de Galicia