Mientras Mª Dolores de Cospedal le quita el sueldo a los diputados de Castilla-La Mancha, la Comunidad Autonómica que preside, para ejemplarizar con su torticero punto de vista sobre la austeridad; Mariano Rajoy ha tenido que convocar a los presidentes de las CC.AA. para apagar los fuegos que incendian el régimen interno del PP, a partir de los recortes a estas Instituciones que han llegado de la mano de los nuevos presupuestos.
A nadie parece gustar ese presupuesto que ya se ha convertido en el más restrictivo de la historia de la democracia y que amenaza con quebrar el Estado Español en al menos unos cuantos pedacitos territoriales de notable calado y en fracturar al PP con el polvorín de dinamita que han prendido ellos mismos.
De hecho, el propio Grupo Popular, si Rajoy no lo remedia, se verá obligado a presentar las enmiendas a los presupuestos de 2013 de las comunidades valenciana y balear, por considerar sus presidentes que las cuentas de Montoro son ‘injustas’ y calificarlas de ‘agravio comparativo’. Del mismo modo, el nuevo presidente de la Comunidad de Madrid y la presidenta de Aragón ya han avisado que por su parte las cosas tampoco se van a quedar así con los hachazos a los dineros autonómicos.
Por si fuera poco, los candidatos en campaña electoral huyen de Rajoy como gatos de agua hirvierdo y se posicionan en contra de los presupuesto ante el temor de que este dato acabe dando al traste con sus pretensiones electorales.
Con el patio revuelto, la Secretaria del PP y presidenta castellano-manchega anuncia que dejará a los diputados de su comunidad sin sueldo, en una medida demagógica y que viene envenenada con una finalidad aviesa y siniestra. En una política pública en la que no se cobra, solo los pudientes podrán dedicarse a ella… igual que a costearse la Sanidad, la Educación, la vivienda, el alimento…
Imagen: Terra