Carlos Costa, gobernador del Banco de Portugal, ha avisado hoy que el país vecino tendrá una inflación baja durante los próximos ejercicios, al tiempo que dejaba caer que las empresas portuguesas se gestionan mal.
En el transcurso de su participación en el XXVI Encuentro de Lisboa, cita tradicional a la que acuden los bancos centrales de todos los países del mundo de habla portuguesa, Costa ha dejado claro que los precios en Portugal no subirán demasiado en unos años y los dirigentes políticos y económicos deben centrar sus esfuerzos en que las familias mejoren su poder adquisitivo.
El máximo dirigente del Banco de Portugal ha comentado que la economía portuguesa solo podrá crecer mediante la mejora en la productividad de las empresas de Portugal. Se trata de un asunto complicado, puesto que Costa ha confesado que “la mayor debilidad de la economía portuguesa son los gestores, no los trabajadores”, por lo que ha sugerido que el empresariado de Portugal asuma la necesidad de una transformación de sus actuales estructuras.
Costa ha señalado que las empresas de Portugal se muestran más partidarias de pedir dinero a sus accionistas o socios más importantes, en lugar de ampliar capital o solicitar créditos bancarios.
Esta situación no es buena para el gobernador del Banco de Portugal, especialmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas y las empresas familiares, las cuales tradicionalmente son muy opacas a la hora de mostrar sus cuentas o dar entradas a nuevos socios con ideas distintas de las que venga desarrollando esa compañía.
La economía de Portugal, que retrocedió durante los tres primeros meses de 2014, se ha venido recuperando desde entonces, con un crecimiento hasta junio del 0,6% del Producto Interior Bruto nacional.
En cuanto al desempleo del país vecino, que llegó a ser del 18% de la población activa al comienzo del año pasado, está situado en estos momentos en tasas cercanas al 14%.
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