Puede ser que la cosa funcione pues las eléctricas no están nada conformes con el precio del alquiler de los equipos. Estas empresas pretenden cobrar entre 1,1 euros por el alquiler del contador monofásico y 1,47 euros por el trifásico, lo que supone unos incrementos mensuales para el usuario del 35% y del 27% respectivamente.
La propuesta presentada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) propone la revisión de los precios del alquiler de los nuevos contadores de luz de forma que se mantengan los 0,81 euros y los 1,15 euros al mes, dependiendo si el contador es monofásico o trifásico respectivamente. Estos precios son los fijados por el Ministerio de Industria hace casi dos años y medio, con lo que estaríamos haciendo frente, en cierta medida, a la fuerte subida que han planteado las empresas.
El regulador prevé que habrá una fuerte reducción de costes en el futuro: entre el 35% y el 40% durante los próximos años para la desinstalaciones de los antiguos equipos; un 20% en el equipo en sí y un 25% en la operación.
Se estima que para este año el 35% del parque de contadores esté renovado, aunque no será hasta 2018 cuando se consiga la renovación total, momento en el que las reducciones en costes se desplomen.
La propuesta del regulador permitirá a Industria resolver un conflicto judicial con las eléctricas a propósito de los alquileres de los nuevos contadores. Siempre y cuando las eléctricas dejen de lado las problemáticas que ellas mismas imponen, como es el caso de que no les dará tiempo a hacer los cambios de contadores, que no habrá una factura igual a otro, etcétera. Y, por supuesto, que el cambio de contador realmente sirva de algo y no sea una engañifa como sucedió en su momento con la TDT.
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